Vannak y Wanna: cultivar el talento

Hoy os contamos la historia de una familia muy humilde del pueblo de Tahen: la familia de Vannak y Wanna, dos chicos increíbles con enorme talento.

Hong Thouern, la madre, nació en Tahen. Su padre era uno de los hombres importantes del pueblo y cuando llegaron los jemeres rojos lo mataron, así que no tuvo la oprtunidad de conocerlo y fue criada por su madre. A la madre de Thouern le resultó difícil encontrar un trabajo estable, así que para poder vivir criaba pollos y vendía verduras siempre que era posible.

Thouern se casó y tiene cuatro hijos:  Vannak, Wanna, Limelea y Aina. Trabaja en una tienda alquilada junto a la escuela. Su marido ha estado enfermo desde que tuvieron el primer hijo y vivían de los precarios ingresos de ella. Por fin el año pasado él empezó a trabajar como mecánico para ayudar algo con los ingresos de esta familia tan humilde.

Vannak es el mayor de los cuatro: un joven de 17 años lleno de talento. Vannak vive en el centro de acogida de Tahen desde que tenía 4 años y es conocido por su talento futbolístico y para el tenis, el baile, la cocina y su habilidad para tocar el plein khmai durante las ceremonias de la iglesia y los bailes. Está cursando décimo grado y es uno de los estudiantes más trabajadores de la clase. Tiene la ambición de continuar con sus estudios en la Universidad de Battambang para convertirse en profesor.

Wanna es el segundo hijo  y se unió a nosotros en el centro de acogida de Tahen en 2008. Ahora tiene 15 años,  estudia octavo grado y, al igual que su hermano mayor, está lleno de alegría, risa y talento. También es un jugador clave en el equipo de fútbol y participa en todas las ceremonias de baile. Durante las vacaciones, Wanna ayuda a su madre vendiendo pan. A diferencia de Vannak, Wanna quiere ir por un camino diferente al de su hermano e ir directamente a PM, la Academia Militar de Policía.

Los dos hermanos menores, Limelea y Aina, viven en casa con su madre y su padre. Limelea, estudiando sexto grado, es el mejor de su clase en todas las materias. Antes vivía también en el centro de acogida, pero Thouern le preguntó si podía quedarse en casa para ayudarla con las tareas del hogar después de la escuela. La más pequeña de los 4, Aina, asiste a la guardería de Tahen y cuando tenga la edad suficiente se unirá a sus dos hermanos mayores como residente del centro.
Vivían hasta ahora en una casa detrás de la de su “yeiy’s” (abuela) que se está desmoronando, y cuando se les ofreció construir una nueva casa en el mismo lugar estuvieron felices. Preguntamos a Thouern cómo se sentía al ver construir su nueva casa y no pudo encontrar las palabras para describir lo agradecida que estaba, tanto ella como toda la familia. ¡Nos dijo que estaban tan emocionados que no podían dormir por la noche!