Dara: un encuentro y un futuro
Hace unos meses, durante una de las visitas rutinarias del equipo de SAM-ID de ayuda a personas con discapacidad intelectual a una de las familias beneficiarias del programa, se asomó su vecina con su hijo Dara en brazos para ver quiénes eran esos desconocidos.
El equipo estaba dando educación especial a una niña del proyecto, pero en seguida se percató de la presencia de la mujer que les observaba sonriente desde la esquina con su hijo. Desde la distancia, creyeron que el niño podría tener también discapacidad intelectual y física; cuando ésta se acercó le preguntaron y así era.
Explicó al equipo su deseo de que algún día su hijo pudiera llegar a caminar y a comunicarse. La casualidad quería que, al día siguiente, los médicos de Cáritas Camboya con los que el equipo colabora desde hace años vinieran al día siguiente de misión. Se citó a la familia para consulta y se pudo hacer el diagnóstico más certero sobre la discapacidad del pequeño.
Dara tiene Parálisis Cerebral. Una de las necesidades más inmediatas que se identificaron era una silla de ruedas, dado que Dara ya tiene 5 años y cada vez es más difícil cargarlo en brazos, además de permitirle sentarse y tener posición vertical. Ese mismo día, aprovecharon para ir al centro de la Cruz Roja ICRC acompañado por nuestros voluntarios, donde tomaron las medidas para hacerle una silla adaptada. En una semana, Dara ya podía disfrutar de su silla nueva.
El proceso nunca había sido tan rápido, pero se dieron todas las circunstancias para que así sucediera.
Estar abiertos a nuevos beneficiarios, tener una mirada global, la colaboración de los padres, buena coordinación con otras entidades y trabajo en equipo. Esto permitió que Dara pudiera disfrutar del Summer Camp organizado en agosto, e incorporarse al programa de SAM-ID para tener un seguimiento y poder potenciar al máximo sus capacidades.