Khunny: ayudando a los demás
Khunny nació en mayo de 1993. Es hiija de una pareja de campesinos con muy pocos recursos, que trabajaban los arrozales de varios vecinos para poder sostener a sus siete hijos. Vivían amontonados bajo el techo de una pequeña choza carcomida por termitas y con paredes de hojas. Cuando tenía dos años, Khunny se contagió de polio y quedó afectada por una discapacidad física.
Viviendo en un pueblo humilde y rural, poco adaptado a su discapacidad, y en una comunidad con poca conciencia de cómo superar ese gran reto, sus actividades quedaron muy limitadas. Mientras sus hermanos iban al colegio, Khunny se quedaba en casa jugando con los vecinos y dándole conversación a su madre mientras cocinaba. Siempre quiso ir al colegio con sus hermanos y los demás niños del pueblo pero en ese momento era impensable que pudiese hacerlo.
Cuando nuestro equipo de Outreach conoció a Khunny en 2002, le hicieron varias visitas para entender cuál sería la mejor manera de ayudarla. Al poco tiempo se le ofreció la oportunidad de ser estudiante en el Centro Arrupe, casa de acogida para niños con discapacidad de la Prefectura. Con el apoyo y el aliento de sus padres, Khunny aceptó y viajó a Battambang con el equipo para empezar su nueva vida.
Khunny se instaló en el centro como una de las primeras estudiantes. Se le dio una silla de ruedas para darle independencia, un hogar adaptado a su silla y a su condición, comida y la oportunidad de ir al colegio. Aunque ya tenía nueve años, Khunny entró a primero de primaria, pues nunca había aprendido a leer y a escribir. Tuvo que repetir primero dos años pero al ir desarrollando métodos de estudio y al ir dándose cuenta de las puertas que le abría la educación, empezó a centrarse en sus estudios hasta graduarse del bachillerato en 2014.
De ahí se fue a Phnom Penh a estudiar secretaría e informática en el Centro de Formación Don Bosco. Al volver se le ofreció trabajo en la oficina principal de la Prefectura y lleva más de dos años trabajando con el equipo. Los fines de semana estudia contabilidad en el Instituto Vanda de Battamabang.
Hoy vive en el recinto de la Prefectura, en lo que era el antiguo centro Arrupe, rodeada de amigos y muy integrada en la comunidad. Está muy contenta y llena de ilusión de seguir estudiando y trabajando para apoyar los esfuerzos de la Prefectura por ayudar a los más necesitados, tal y como en su día la ayudaron a ella.