Lok Ros: alegría contagiosa
Lok Ros es una joven proveniente de una familia con seis hijos y muy pocos recursos. Uno de sus hermanos, Vita, tiene una discapacidad debido a la Polio y nuestro equipo de Outreach le ofreció vivir en el Centro Arrupe para personas con discapacidad donde podría estudiar, convivir con amigos y tener todavía más familia, y hoy Vita trabaja en el Centro Textil de la Prefectura Apostólica de Battambang.
Otros dos de los hermanos de Ros estudiaron para ser electricistas en Don Bosco y actualmente también están trabajando. Aunque los hijos de estos dos padres humildes están prosperando como adultos jóvenes, la familia de Ros proviene de un entorno difícil y a pesar de trabajar ambos en campos de arroz apenas consiguen llegar a fin de mes.
Cuando nuestro equipo de Outreach encontró a Ros se le ofreció la oportunidad de vivir en Casa Lidy, una de nuestras casas de familia en la que le ofrecíamos estudios, comida y convivencia, y ella aceptó. Llegó con 14 años siendo ya una joven llena de alegría y amabilidad. A pesar de toda su energía y amor y de ser una niña muy trabajadora, a Ros le costaba sacar adelante los estudios. Aún así, continuó luchando por ello hasta completar noveno grado.
Con 18 años la Escuela Montessori le ofreció una beca para estudiar en Don Bosco Teuk Kla, Phnom Penh, aprendiendo a cocinar y conociendo la vida en la gran ciudad.
Ros dejó Casa Lidy hace poco, pero aquí hizo amistades para toda la vida y vuelve siempre que puede, especialmente durante las vacaciones, para visitar a todos. En sus visitas sigue regalando su alegría, amabilidad y risa contagiosa. Es una maravilla seguir teniéndola cerca y esperamos que siga siendo siempre así.